¿Cómo vivir agradecido?

Todos estamos familiarizados con la palabra "gracias". La aprendimos desde pequeños y la usamos a diario, ya sea cuando alguien nos abre una puerta, nos cede el paso en una fila, nos sirve la comida o al finalizar un trámite. Sin embargo, también recurrimos a ella de forma sarcástica, como una manera de reproche cuando pedimos algo y no recibimos ayuda.

Así que podríamos decir que la usamos de forma automática, a veces sin darnos cuenta, y en ocasiones, sin darle el valor que realmente tiene.

Decir "gracias" no necesariamente refleja una actitud de gratitud genuina, ya que el agradecimiento es un estado interior que se cultiva con el tiempo y con la decisión de vivir de esa manera. Implica cambiar la forma en la que percibimos el mundo, comenzando a ver todo como un regalo y siendo conscientes de los regalos que recibimos, tanto grandes como pequeños.

La gratitud nos invita a hacer una pausa en la acelerada cotidianidad en la que vivimos. Solo cuando nos detenemos y miramos nuestra vida, podemos realmente apreciar lo que está ocurriendo en el presente, reconocer todo lo que somos  y lo que nos rodea. Es en ese espacio de reflexión donde descubrimos el valor de lo que ya tenemos y de lo que está a nuestro alrededor.

Obstáculos que pueden existir para evitar la gratitud

Para llegar a vivir en gratitud, a menudo nos enfrentamos con al menos tres obstáculos importantes: el orgullo, la insatisfacción y el egoísmo. Los tres surgen del ego, de una perspectiva centrada en uno mismo. 

Por eso es fundamental entender, que si no logramos lidiar con estos obstáculos, careceremos de la humildad necesaria para reconocer que todo lo que poseemos - ya sea material, espiritual o emocional- es, un regalo recibido.

Resultados de vivir con agradecimiento

La gratitud nos lleva a vivir en un estado de abundancia. Esta fórmula es sencilla: cuando te haces consciente de todo lo que tienes, descubres que posees tanto que se vuelve posible compartir con los demás. Y lo más hermoso es que cuanto más das, más recibes.

Cuanto más te sumerges en la gratitud como un estado interior de agradecimiento sincero por lo que tienes, más empiezas a creer y a tener la convicción de que las cosas sucederán, y lo curioso es que, efectivamente, suceden.

¿Entonces cómo puedo ser una persona más agradecida?

Tal vez el primer y más importante reconocimiento que debemos hacer es hacia nosotros mismos: aceptarnos tal como somos, agradecer por lo que somos y por nuestra historia. Sin embargo, esta no es una tarea sencilla. Si no soy capaz de vivir agradecido por quien soy, ¿cómo podría agradecer todo lo demás? Si no reconozco el regalo que soy, ¿cómo veré a los demás?

Ciertamente esto requiere un trabajo interior y no siempre es algo que podamos hacer solos. A veces necesitamos la ayuda de un profesional que nos ayude a comprender qué es lo que nos impide ver nuestro verdadero valor, nuestra esencia y los maravillosos elementos que nos hacen únicos.

Hoy quiero invitarte a que inicies este viaje de vivir agradecido. El mío comenzó hace algunos años y, sin duda, ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. Tu vida cambia porque cambia tu perspectiva. Aprender a mirar todo de una manera distinta transforma por completo la manera en que vives.

Un ejercicio práctico y sencillo es comenzar o terminar el día, escribiendo cinco cosas por las que estés agradecido y repetirlo todos los días. De esta forma, poco a poco, tu estilo de vida se transformará para convertirse en vivir agradecido.